Al decir del canciller germano, Olaf Scholz, lo que se respira allí es innovación, ganas de desarrollar cosas nuevas, y esto guarda relación en particular con la gran tarea de “cómo podemos afrontar los retos de la digitalización y aprovechar las oportunidades”.
En sus visitas al evento, Scholz y el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, apreciaron varias novedades de la IA en el campo de la robótica y la vida cotidiana de las personas.
“Muchas de las cosas que hemos visto hoy habrían sido ciencia ficción si se hubieran presentado hace cinco años”, comentó el político noruego, cuyo país participa en calidad de invitado de honor.
En declaraciones a periodistas, uno directivo de Microsoft en Alemania, Florian Deter, estimó que los sistemas con IA ya están suficientemente maduros y pueden ser integrados en procesos industriales; es hora, afirmó, de salir de los laboratorios e ingresar “en la sala de máquinas de la economía”.
A escala nacional, destacó, funcionan varios centros de IA, entre ellos, Tubinga, Dresde, Heilbronn y Múnich; además, la Universidad Técnica de Múnich está valorada como uno de los institutos de IA donde más se investiga a nivel mundial.
En el caso alemán, opinó, la IA también puede ayudar a equilibrar determinadas debilidades, entre ellas, la falta de mano de obra especializada.
Otra temática sobresaliente en la muestra de Hannover es la producción y el empleo del hidrógeno verde, con vistas a la generación de energías limpias, contribuir a la expansión de producciones con bajas en emisiones de dióxido de carbono y a la llamada transición energética.
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