Un estudio realizado por esta agencia de las Naciones Unidas mostró que la inmunización es la mayor contribución de cualquier intervención sanitaria para garantizar que los bebés no sólo cumplan su primer cumpleaños sino que continúen llevando una vida saludable hasta la edad adulta.
Destacó que, de todas las analizadas, la vacuna contra el sarampión tuvo el impacto más significativo en la reducción de la mortalidad infantil, representando el 60 por ciento de las vidas salvadas gracias a la inmunización.
En las últimas cinco décadas aumentó la vacunación contra 14 enfermedades: difteria, Haemophilus influenzae tipo B, hepatitis B, encefalitis japonesa, sarampión, meningitis A, tos ferina, enfermedad neumocócica invasiva, polio, rotavirus, rubéola, tétanos, tuberculosis y fiebre amarilla.
Esto contribuyó directamente a reducir las muertes infantiles en un 40 por ciento a nivel mundial y en más del 50 por ciento en la Región de África.
«Las vacunas se encuentran entre los inventos más poderosos de la historia y permiten prevenir enfermedades antes temidas», afirmó el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Gracias a dichos inmunógenos, dijo, se ha erradicado la viruela, la polio está al borde del abismo y, con el desarrollo más reciente de inyectables contra enfermedades como la malaria y el cáncer de cuello uterino, estamos ampliando las fronteras de las enfermedades.
En su opinión, “con investigación, inversión y colaboración continuas, podemos salvar millones de vidas más hoy y en los próximos 50 años”.
El estudio encontró, además, que por cada vida salvada mediante la inmunización, se ganaba un promedio de 66 años de salud plena.
rgh/lpn