La votación será la primera celebrada bajo la égida de la flamante y controvertida Constitución aprobada en marzo pasado y bombardeada por partidos opositores que la consideran un texto redactado a la medida de la intención del presidente Faure Gnassingbé de perpetuarse en el poder.
El texto modifica el sistema de gobierno de presidencial a parlamentario y crea el cargo de presidente del Consejo de Ministros, electo de las filas del partido con mayoría de votos, sin límites de mandatos, mientras que el del presidente está constreñido a dos.
De su lado, el partido de Gnassingbé, Unión por la República, mayoritario en el Congreso, afirma que el nuevo sistema es más democrático y representativo.
Al romper el alba mañana, los cuatro millones de votantes habilitados en este país africano francófono serán llamados a acudir a las urnas, bajo el presagio de protestas opositoras, reedición de las registradas meses atrás durante el proceso de votación de la nueva carta magna.
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