En un comunicado, la organización no gubernamental (ONG) instó a crear un comité internacional con expertos para analizar el uso del Ejército israelí de esas tecnologías.
Según el texto, la alta cifra de muertos y la gran destrucción causada en el territorio hace temer la posibilidad de que ese país haya empleado armas térmicas, también conocidas como bombas de vacío.
El Observatorio detalló que en el ámbito militar esos artefactos son conocidos por su eficacia para destruir cuevas y complejos de túneles subterráneos.
Alertó sobre la posibilidad del uso por parte de los militares de ese país de bombas que generan un calor intenso, lo cual provocaría la vaporización de los cuerpos de las víctimas.
“Documentamos varios casos de personas que murieron en devastadores ataques israelíes contra edificios residenciales, y al intentar recuperar sus cuerpos, quedó claro que algunos de ellos habían desaparecido o que podrían haberse convertido en cenizas”, subrayó.
Como ejemplo citó el caso de Ahmed Omar, que perdió a 15 miembros de su familia, incluidos sus padres, en un bombardeo a su casa en la ciudad de Gaza el 15 de octubre del pasado año.
Omar explicó que equipos de defensa civil intentaron recuperar los cuerpos de las víctimas, pero no encontraron rastros de tres de ellos, detalló la organización.
La ONG destacó que en varias ocasiones funcionarios del Servicio de Defensa Civil de Gaza emitieron declaraciones sobre la evaporación de los cuerpos debido a las armas utilizadas.
El Observatorio recordó que “el derecho internacional humanitario prohíbe el uso de bombas térmicas contra civiles en zonas civiles pobladas, de conformidad con los Convenios de La Haya de 1899 y 1907 y los Convenios de Ginebra de 1949”.
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