“No importa si se llama tregua, alto el fuego o cualquier otra cosa, siempre y cuando le dé al pueblo palestino espacio para respirar y tiempo para que israelíes y palestinos escuchen a los mediadores”, señaló al rotativo una fuente informada de la marcha de las conversaciones.
El objetivo es lograr un compromiso a largo plazo y permitir la entrada de ayuda humanitaria al enclave costero, detalló.
La publicación señaló que esos comentarios fueron realizados antes del arribo a Israel de una delegación de seguridad egipcia de alto nivel a principios de esta semana.
El idea era convencer a los israelíes de aceptar algunas de las demandas de Hamas y otras facciones palestinas, para alcanzar un acuerdo de mínimos en la actual fase, detalló.
Luego, dirigentes de alto rango del movimiento islamista arribaron a el Cairo para dar seguimiento a las conversaciones.
Sin embargo, la fuente señaló que aún hay discrepancias en varios temas sensibles, porque Hamas quiere más garantías de que Israel cumplirá sus promesas, en especial sobre el retiro gradual de sus tropas y el volumen de ayuda para el enclave costero.
También hay diferencias sobre la duración de la pausa en los combates y el regreso al norte del territorio de la población palestina desplazada.
El periódico señaló que una delegación israelí que debía llegar a esta capital el martes pospuso sus planes de viaje después de que Hamas no aceptará los términos negociados, aunque prometió presentar una nueva propuesta.
“Estamos esperando y, mientras tanto, trabajando en alternativas en caso de que el acuerdo no se materialice”, dijo la fuente.
La propuesta que está ahora bajo consideración no es un nuevo plan, sino un borrador que recopila el mayor número posible de puntos de acuerdo entre las distintas ofertas presentadas a las partes desde noviembre, señaló Al Ahram.
La fuente explicó que un acuerdo parece difícil, aunque no imposible, y citó el hecho de que el primer ministro Benjamin Netanyahu y su Gabinete “más temprano que tarde” aprobarán una ofensiva terrestre contra la sureña ciudad de Rafah, que consideran el último bastión de Hamas.
En tanto, ese grupo, agregó, “no está dispuesto a conformarse con unas pocas semanas de tregua durante las cuales entregará rehenes israelíes cuando sabe que Netanyahu no cambiará de opinión sobre la ofensiva”.
Estamos tratando de salvar a Gaza, que ya ha quedado reducida casi por completo a escombros, queremos abrir una puerta hacia un Estado palestino, subrayó.
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