Durante una sesión informativa, el portavoz de esa entidad, Jens Laerke, aseguró que cualquier operación terrestre solo traería más sufrimiento y muerte a esa gobernación, donde permanecen más de 1,2 millones de palestinos desplazados.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) consideró que la eventual ofensiva representaría una “catástrofe tras otra catástrofe” para cerca de 600 mil niños.
De acuerdo con la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, casi todos los menores que viven en Rafah están heridos, enfermos, desnutridos, traumatizados o viven con discapacidades.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud aseguran que de los 12 hospitales de Gaza que todavía funcionan parcialmente, apenas tres están en Rafah, donde permanece la mitad de la población de la Franja.
No obstante la agencia sanitaria de la ONU prevé que esas instalaciones dejarán de funcionar pronto si se lleva a cabo una incursión en Rafah, lo que conduciría a un baño de sangre.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, desde el inicio de la agresión israelí contra la Franja, el 7 de octubre último, murieron en ese territorio más de 34 mil personas y otras 77 mil resultaron heridas.
Otras cifras aseguran que cerca de 10 mil personas permanecen bajo los escombros.
lam/ebr
