Los dueños de las mayores empresas periodísticas del país representan también a los grupos económicos más potentes y comparten el mismo tipo de ideas, plasmadas en la información que difunden en todo el territorio nacional, aseguró.
Chile es sede esta semana de la Conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa patrocinada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Del Valle señaló la existencia de una especie de disonancia entre la celebración aquí de este evento internacional y la realidad interna acerca de esa materia.
El doctor en Comunicaciones planteó que los medios alternativos en Chile representan desde el punto de vista del mercado de la publicidad un grupo con poco impacto y audiencias reducidas, lo cual es un problema muy grave al que se le debe buscar una solución urgente.
El mismo gobierno contribuye a mantener esta desigualdad porque contrata con los grandes consorcios informativos la propaganda y los avisos oficiales y discrimina a los pequeños, entre ellos los periódicos y radios locales o comunitarios.
Según el académico, la mesa de trabajo Más amplitud, más voces, más democracia, en la que él mismo trabajó junto a docentes de las universidades de Chile y de La Serena, sugirió regular el uso de los recursos por publicidad estatal, pero hasta ahora no hay respuesta.
Tampoco prosperan las iniciativas para diferenciar los conceptos de “libertad de expresión” y “libertad editorial de los grandes medios”, debido a la oposición de estos últimos.
Los principales consorcios, como la Asociación Nacional de la Prensa, aseguran que debatir sobre este tema es sinónimo de censurar, aseguró Del Valle en conversación con Radio Universidad de Chile.
Agregó que hasta ahora los distintos gobiernos mostraron mucho impulso inicial para abordar el problema, pero muy poca fuerza a la hora de llevar las propuestas a la práctica.
jcm/car/eam