Así lo manifestó el mandatario durante la entrega por parte de ‘Misión La Guajira’ de una planta potabilizadora que garantizará el suministro del líquido vital apto para el consumo humano a las comunidades wayuu de Grasamana, Parenska 1 y Parenska 2, localizadas en el municipio de Manaure.
En su alocución, Petro insistió en que “democratizar el agua implica democratizar el poder”.
Subrayó que ese departamento ha sido víctima de un poder político dentro de la misma comunidad que decide a quién se le entrega ese recurso vital y a quién no.
El problema de La Guajira no es que no haya agua, es cómo se distribuye el agua, remarcó.
Afirmó que, además de los inconvenientes técnicos y presupuestales para distribuir el líquido en el territorio, surgió un segundo problema pues, al parecer, las personas a las que se envió para resolver ese tema se robaron la plata en vez de dar soluciones a la comunidad.
Según añadió, lo que hicieron fue “construir un sistema de capilaridad que se llevara el dinero público hacia no sabemos aún qué destinos, y, otra vez, deteniendo las posibilidades de que esta región en cada uno de sus habitantes tenga agua apta para el consumo”.
La planta potabilizadora entregada hoy está acoplada a un sistema solar fotovoltaico de diez kilovatios pico que permite su operación, y cuenta con sistemas de filtración, desalinización y desinfección para que sea apta para el consumo humano, de acuerdo con la información divulgada.
‘Misión La Guajira’ se lanzó oficialmente en diciembre pasado, y durante esta jornada entregó de manera anticipada los resultados del plan piloto.
Esta iniciativa, que hace parte del Acuerdo Nacional impulsado por el jefe de Estado, tiene como objetivo la intervención integral de 81 comunidades de Manaure y Uribia, en las que habitan más de tres mil 600 hogares wayuu.
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