De acuerdo con el experto Wilmer Reyes, la nación centroamericana marcha detrás de India y Chad, y la contaminación apenas está a un paso del nivel considerado extremadamente peligroso para la salud.
El académico lamentó que todavía no se comprenda la gravedad de la problemática, en especial, en los centros urbanos como la capital y llamó la atención sobre los riesgos para los niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias.
Citó a la emisión de bióxido de nitrógeno, bióxido de azufre, bióxido de carbono, así como los incendios forestales, quema de combustibles fósiles y el tráfico vehicular, entre los múltiples factores que contribuyen a esta crisis medioambiental.
Otras voces en el país urgieron a la población a seguir las recomendaciones médicas, como el uso de mascarillas, para proteger su salud, además de incrementar la vigilancia y control de la calidad del aire en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula.
La capital de Honduras desde la semana pasada está bajo alta alerta por la presencia de un densa niebla contaminante y, según los pronósticos, estas condiciones persistirán por al menos 10 días más. El viernes anterior el fenómeno se agravó por la fuerte presencia de las peligrosísimas partículas PM2.5, las cuales mantuvieron entre 300 y 500 el índice de calidad del aire.
Frente a ese contexto, el gobierno recomendó el uso de mascarillas como medida de precaución y a la población vulnerable que evite salir innecesariamente a exteriores, pues se constató una variedad de sólidos y líquidos suspendidos en el aire como sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales.
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