«Al optar, con esta acción militar, por intensificar deliberadamente el conflicto en una zona sabidamente de alta concentración de la población civil de Gaza en este momento, el Gobierno israelí, muestra, una vez más, desprecio por el respeto de los principios básicos de los derechos humanos y del derecho humanitario», indica una nota de la Cancillería.
Precisa que Tel Aviv realiza esta embestida a pesar de los llamamientos de la comunidad internacional, incluso de sus aliados más cercanos. «Dicha operación puede, además, comprometer esfuerzos de mediación y diálogo en curso», refiere el texto.
Brasil reitera en su contenido a las instancias de gobernanza global responsables de preservar la paz y seguridad mundial, en particular al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el deseo de superar la indiferencia y el inmovilismo que permitieron la profundización de la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza.
Al instar a todas las partes a que cesen inmediatamente la violencia y se comprometan en conversaciones que propicien el alto el fuego y la liberación de los rehenes, el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva reafirma su compromiso con la solución de dos Estados.
Tal salida, detalla, «basada en las fronteras de 1967, única vía capaz de ofrecer paz duradera para los pueblos de Israel y Palestina, así como para la región de Oriente Medio».
Israel ordenó ayer la evacuación de unos 100 mil palestinos que viven o están desplazados en la zona oriental de Rafah y luego asaltó el cruce, por donde ingresa casi toda la ayuda humanitaria al territorio.
Más tarde, el Gabinete de Guerra, encabezado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la continuación de las operaciones en torno a la urbe, pese a la disposición del movimiento Hamas a aceptar un alto el fuego.
mem/ocs
