«La mala salud cardiovascular, renal y metabólica está muy extendida entre la población de Estados Unidos», concluyó un estudio dirigido por el doctor Muthiah Vaduganathan, del Hospital Brigham and Women’s y de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston.
Los investigadores observaron específicamente las tasas de lo que la Asociación Americana del Corazón denominó síndrome cardiovascular, renal y metabólico (CKM, por sus siglas en inglés), factores interrelacionados que progresan con el tiempo y, si no se controlan, conducen a la enfermedad cardiaca.
Según los expertos, el CKM se divide en cuatro etapas: acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, surgimiento de otros factores de riesgo metabólico (presión arterial alta, colesterol alto, diabetes), aparición de enfermedad renal de alto riesgo o un alto riesgo previsto de diagnóstico de enfermedad cardíaca en los próximos 10 años, y por último el dictamen de esta.
El estudio, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, concluyó que casi el 90 por ciento de los adultos estadounidenses cumplieron con los criterios para el síndrome de CKM (etapa uno o superior) y el 15 por ciento para etapas avanzadas, ninguno de los cuales mejoró entre 2011 y 2020.
Halló que la gravedad del síndrome aumentó con la edad: un 55.3 por ciento de las personas de 65 años o más estaban en una etapa avanzada, en comparación con un 10.7 por ciento de las que tenían entre 45 y 64 años, y un 2.1 por ciento de las que tenían entre 20 y 44 años.
La pesquisa demostró que la mayoría de los estadounidenses de 20 a 44 años (un 81.8 por ciento) ya se veían afectados por estos factores de riesgo cardiacos y renales.
La raza también influyó, ya que los afroamericanos tenían un 38 por ciento más de probabilidades de sufrir el síndrome de CKM en comparación con los blancos.
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