El presidente de la organización local de la sociedad civil declaró a Radio Okapi que los artefactos procedían de la zona ocupada por el M23 en Masisi, provincia de Kivu Norte, y añadió que otros explosivos cayeron en Kitalaga, Rudahuba y Kiata.
El hecho se produjo 10 días después de que bombas disparadas sobre el campamento de desplazados internos de Mugunga, en Goma, mataran a 18 personas y causaran heridas a una treintena.
El ataque fue condenado por la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la RDC (Monusco), y la Unión Africana, entre otros.
Este lunes continuaban los combates entre el M23 y grupos armados locales, producto de los cuales se produjeron disparos con armas pesadas y ligeras en los pueblos de Kataato, Kabingu y Kwirambo, en el sur del territorio de Masisi, en la provincia de Kivu Norte.
Según fuentes locales, más de una docena de pueblos de la región quedaron vacíos ante el temor a que se repitan incidentes con bombas o ser alcanzados por las confrontaciones.
Las personas huyen del fuego y llegan a comunidades como Walikale y Ziralo en Kivu Sur, muchas de las cuales ya están sobresaturadas de refugiados internos, quienes viven en pésimas condiciones.
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