“La postergación se debió a una disposición expresa de la Presidencia del Consejo de Ministros, lo que no implicó dejar de publicar el Informe Técnico de la Pobreza correspondiente a 2023 y la base de datos en la fecha establecida”, declaró el jefe del INEI, Peter Abad, quien hizo la precisión en el acto de presentación oficial del informe, originalmente previsto para el 8 de mayo.
El día 7, diversos medios de prensa divulgaron la versión de fuentes estatales, de que la presidenta peruana, Dina Boluarte, aplazó el informe supuestamente para evitar dar malas noticias en un crispado contexto de crisis.
Tras las críticas por la postergación, un desmentido oficial agregó que el informe sería difundido el día 9, aunque su presentación comentada esperó hasta hoy.
El informe consignó un aumento de la pobreza de 27,5 a 29 por ciento de la población en 2023 y un incremento de la pobreza extrema de cinco a 5,7 por ciento, a lo que Abad agregó que 31,4 por ciento de peruanos viven en el umbral de la pobreza.
Ello significa que 66,1 por ciento de la población peruana es pobre, muy pobre o casi pobre, condición en la que están sumidos más de 20 millones de habitantes.
De otro lado, el informe señala que en 2023 que el ingreso real promedio por habitante disminuyó, siendo uno por ciento menos que en 2022 y 10,2 menos que en 2019, el año previo a la pandemia de Covid-19 que devastó la economía peruana.
El costo de la canasta básica de alimentos subió 11 por ciento respecto a 2022 y de las 110 principales opciones de productos que la integran, 95 subieron de precio, siete bajaron y ocho se mantuvieron.
Las regiones con mayores porcentajes de pobreza son la norandina de Cajamarca (44,5 por ciento), la amazónica de Loreto (43,5), las centroandinas de Pasco (41,7) y Huancavelica (39,5) y la surandina de Puno (41,6).
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