La construcción estaba en plan de demolición, pero las insistentes precipitaciones ganaron la carrera y este martes un fragoroso estruendo anunció la muerte del coloso causante de cuatro heridos, según el informe, aún provisorio, de las autoridades pertinentes, las cuales no descartan que haya más víctimas entre los escombros.
El edificio figura entre los daños más recientes de los aguaceros que desde marzo pasado causan inundaciones en este país del África oriental, donde más de 260 personas murieron arrastradas por las aguas o por causas derivadas de las lluvias que también azotan a otros países de la zona, entre ellos Burundi.
Esta es la segunda catástrofe del mismo tipo desde el 1 de mayo pasado cuando un edificio multifamiliar en construcción en el distrito de Kiriyanga (centro del país) cedió al embate de las lluvias y arrastró a la muerte a uno de los trabajadores.
Las lluvias son resultado de la acción destructiva por la vigencia actual del fenómeno climático conocido por El Niño y los daños al medio ambiente ocasionados por la acción depredadora de los humanos.
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