Los jefes de las Primeras Naciones, los Inuit y los Red River Métis buscan con esta reunión consolidar su alianza y unirse en rechazo al fraude de medio millón de artistas, políticos, prestigiosos escritores, intelectuales y juristas, denominados “pretendians”, que mintieron sobre sus raíces y se aprovechan del supuesto linaje aborigen para obtener privilegios y honores.
Se trata de un espacio donde los participantes se pronuncian sobre el escándalo, ante la preocupación de que constituye una amenaza para la existencia de esas comunidades y al mismo tiempo una nueva forma de colonización.
De hecho, durante su apertura se escucharon alegatos de solidaridad y a favor de consensuar posiciones en defensa de los derechos, autodeterminación e identidad de la cultura indígena en Canadá.
La polémica surgió cuando a finales de octubre, la cadena informativa canadiense CBC reveló que la icónica cantautora Buffy Sainte-Marie mintió toda su vida sobre su origen indígena.
La artista, de 82 años, siempre afirmó que nació en una reserva aborigen en la occidental provincia de Sastkatchewan y la adoptó una familia estadounidense. Pero en realidad procede de Massachusetts, desciende de un padre italiano y madre inglesa.
Otros “pretendians” son el famoso escritor Joseph Boyden, la directora de cine Michelle Latimer, la jueza Mary Ellen Turpel-Lafond y el político Kevin Kline; y según se supo, en todos los casos el supuesto antecedente nativo les permitió acceder a puestos de trabajo, becas y fondos.
Aparte de esa cuestión, la cumbre en Winnipeg también somete a discusión acciones para frenar la ley federal C-53 que busca reconocer a gobiernos Métis en las provincias de Alberta, Saskatchewan y Ontario, lo cual es rechazado porque dichas comunidades carecen de basamento histórico sobre su existencia.
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