Entre los heridos aparecen cuatro menores que cumplían junto a sus mayores la obligación de la plegaria matutina (fajr, en árabe), una de las cinco obligatorias para los musulmanes.
El atacante confesó a las autoridades que su decisión de agredir la mezquita obedece a la hostilidad derivada de un prolongado desacuerdo familiar sobre la distribución de una herencia, según el comunicado firmado por el portavoz policial Abdullahi Haruna.
Aunque la evidencia disponible y las declaraciones del atacante despojan al incidente de cualquier intención confesional, el estado de Kano es frecuente escenario de violencia entre feligreses de distintas creencias.
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