La directora del centro educativo, Concepción Estrada, calificó de suma importancia el evento que se desarrolla acá, pues atienden además de los niños a los padres de familia, enfatizó.
“Son personas que realmente necesitan el servicio y esto para nosotros es una bendición, además por medio de esta jornada se da la unión de Cuba y de Guatemala”, expresó.
Agradezco profundamente la oportunidad, subrayó Estrada, quien refirió cómo preservan la figura y el pensamiento del Apóstol cubano en la escuela.
Siempre recordamos a Martí el 28 de enero, día de su natalicio, aparte el 19 de mayo, en reverencias a su caída en combate y les enseñamos a los niños, les hablamos de él, tenemos un libro que cuenta la historia así muy resumida de su vida, detalló.
Los alumnos de quinto y sexto grado llevan esta obra en el primer bimestre, la desarrollan y por medio de eso se van dando cuenta ellos de los valores del escritor, remarcó la directora.
La Escuela Oficial Urbana 36 José Martí de esta capital desde hace años participa en todas las actividades relacionadas con el Héroe Nacional de Cuba, declaman sus poesías, pintan, bailan y le respetan.
En general, los participantes en la jornada son personas de bajos recursos, con diferentes padecimientos que les aquejan y que antes no pudieron atenderse.
El especialista en Medicina General Integral Jorge Luis Nápoles precisó que laboran de conjunto oftalmólogos, obstetras y ginecólogos, miembros de los centros ubicados en Ciudad Quetzal y Villa Nueva, ambos también municipios de la urbe.
Los hombres y mujeres de bata blanca de Cuba, con su característico humanismo, escriben cada día páginas encomiables de una labor ininterrumpida mayormente en los lugares más recónditos de este territorio centroamericano.
El 5 de noviembre de 1998, como resultado del impacto del huracán Mitch, arribó el primer contingente de emergencia médica a Guatemala a la base naval del Pacífico, donde se instaló un hospital de campaña.
Cuentan historiadores que profesionales de la salud antillanos gestionaron el montaje de un busto que permamece en tributo al legado de Martí en el caribeño departamento de Izabal.
El joven cubano llegó a este país por aquella región con 24 años, permaneció en este país de marzo de 1877 a julio de 1878, mientras supo captar como nadie y describir la esencia del pueblo maya.
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