En una sesión que se extendió hasta las primeras horas de este sábado, los parlamentarios dieron su visto bueno al artículo principal del texto, que autoriza acudir a una sustancia letal por solicitud bajo determinadas condiciones, pero sustituyeron el requisito de un “pronóstico vital comprometido a corto o mediano plazo” por el de “en fase avanzada o terminal”.
El proyecto promovido por el gobierno utiliza el término “ayuda a morir”, en lugar de suicidio asistido o eutanasia, sobre la base de criterios estrictos, en los casos en los que el pronóstico vital del paciente en cuestión esté comprometido a corto o mediano plazo y con un sufrimiento refractario (imposible de controlar con el individuo consciente).
La norma propuesta cuenta con tres partes, la primera consagrada a los cuidados paliativos, la segunda a los derechos de los pacientes y del personal de salud y la tercera a la ayuda a morir.
El presidente francés, Emmanuel Macron, precisó en marzo las condiciones y las características para establecer en el país la eutanasia, la que se aplicaría a adultos con capacidad de discernir afectados por una enfermedad incurable.
Macron advirtió entonces que se excluyen del procedimiento los menores de edad y las personas con problemas psiquiátricos o neurodegenerativos, que les impiden decidir.
Asimismo, expuso el objetivo de ir en Francia más allá de la actual ley Claeys-Leonetti, considerando casos como los de personas con un cáncer terminal, quienes optan por viajar al extranjero “para ser acompañados”.
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