«Es hora de que las autoridades de Kiev reconozcan la realidad sobre el terreno. Espero que asuman este mensaje que se ha repetido en múltiples ocasiones, y que Occidente se dé cuenta de que es hora de dejar de sacrificar a Ucrania en aras de sus objetivos absolutamente inviables», dijo Lavrov al canal Rossiya 1.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según el presidente Vladimir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte de las actuales autoridades de Kiev».
Igualmente se persigue atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
Hasta la fecha, Ucrania ha condicionado el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida Crimea, que se unió a Rusia en marzo de 2014.
La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para lograr un acuerdo de fin de las hostilidades, tuvo lugar el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul, y desde entonces los países no han vuelto a retomarlas.
El conflicto de Ucrania, según el Kremlin, puede avanzar hacia una solución política siempre y cuando se tenga en cuenta la nueva realidad territorial y se cumplan las garantías de seguridad en las que insiste Moscú.
En diciembre pasado, Putin afirmó que la operación continuará hasta que Rusia logre la desnazificación, la desmilitarización y la neutralidad de Ucrania.
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