La subdirectora del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (Cencec) Yamilé Cachimaille explicó así la trascendencia de esas investigaciones experimentales con seres humanos, caracterizadas en el país por buenas prácticas que garantizan justamente la seguridad, el bienestar y los derechos de los participantes.
Pudieran ser un medicamento, una vacuna, un procedimiento, un dispositivo, un equipo médico, un cambio en el estilo de vida o en el nivel de actividad de las personas, amplió la especialista en entrevista publicada por el sitio web del Ministerio de Salud Pública, Minsap.
Se trata, apuntó, de la introducción de nuevas alternativas diagnósticas y terapéuticas en la atención sanitaria, lo cual es centro de atención durante el proceso de ensayos, por ser estrategias imprescindibles para evaluar, aprobar y autorizar en un desafiante camino a favor de la vida.
Al respecto, afirmó que siempre se verifica con rigor la seguridad del uso de estas intervenciones en los pacientes involucrados, algo que, en su opinión, constituye «un rasgo característico de estos estudios en Cuba».
Desde hace varias décadas existe un sistema de gestión de ensayos clínicos propios de nuestro país y del Minsap, subrayó Cachimaille, donde el Cencec funciona como eje central articulador.
Al resaltar la función y papel del centro, creado en 1991, ponderó su contribución al desarrollo clínico de los productos de la ciencia cubana, misión cumplida por más de 30 años y que permitió concluir más de 193 estudios clínicos, con la correspondiente obtención de datos válidos para el registro sanitario, y su introducción en la práctica médica local.
También resaltó el protagonismo de la entidad en los procesos complejos y exigentes de enfrentamiento al coronavirus SARS-Cov-2, causante de la Covid-19, una etapa que definió como el mayor desafío de la historia del Cencec, durante la cual, a pesar de las limitaciones materiales no detuvieron los estudios para la atención y calidad de vida del pueblo cubano.
“El enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19 fue un momento histórico para la humanidad, donde no sólo se demostró la importancia de disponer de información actualizada, sino el propio valor de este tipo de estudios, tanto en pacientes como en personas sanas en todo el mundo”, ponderó.
ro/crc
