Según la comunicación, sólo en los meses de enero y febrero de 2024, el gigante asiático despachó a Rusia 112 mil automóviles nuevos, por encima de lo comprado por México, que se ubicó en segundo lugar con 66 mil unidades, y de Bélgica, que adquirió 42 mil vehículos chinos.
En tanto, la expansión automovilística de China no deja de preocupar a los fabricantes en muchos países del mundo, que van perdiendo la competencia con el gigante asiático.
Rusia, por su parte, tras la imposición de sanciones por parte de sus tradicionales vendedores de autos europeos, redirigió sus compras hacia China.
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