Trump es el primer expresidente en la historia del país en ser sometido a un juicio penal.
En su caso se le achacan 34 cargos por falsificación de registros comerciales con el propósito de ocultar pagos con los que compró en 2016 el silencio de la actriz de cine para adultos Stormy Daniels.
Daniels estaba dispuesta a revelar que tuvo un romance con el magnate en 2006, algo que habría dañado su reputación en momentos de su primera campaña presidencial.
Los abogados decidieron no llamar al estrado al exmandatario, aunque él expresó en un inicio la intención de declarar.
De acuerdo con la investigación presentada, Trump habría pagado 130 mil dólares a Daniels a través de su abogado de entonces, Michael Cohen, convertido ahora en enemigo.
Cohen fungió como testigo estrella de la fiscalía en este juicio. Los abogados del exgobernante atacaron en todo momento su credibilidad.
El lunes pasado, la fiscalía concluyó su presentación de pruebas, tras haber llamado a 20 testigos, entre ellos a la propia Daniels, que repitió su historia del amorío con Trump, aportando abundantes detalles.
Los alegatos finales comenzarán el próximo martes para que después el jurado de 12 personas llegue por unanimidad al veredicto.
En caso de no lograr un consenso, el juez Merchán podría verse obligado a declarar un juicio nulo y sin veredicto.
Reportes de prensa señalan aquí que los republicanos del Senado muestran signos de nerviosismo ante el eventual veredicto del juicio penal a Trump.
De no lograrse una condena serviría para fortalecer al exmandatario (2017-2021), pero, por el contrario, una sentencia podría impactar de forma negativa en las elecciones del 5 de noviembre.
Entre el 20 y el 30 por ciento de los votantes primarios del Partido Republicano dijeron que no considerarían a Trump apto para el cargo si fuera declarado culpable de un delito grave, reportó el diario The Hill.
Una encuesta nacional aplicada el mes pasado por el Laboratorio de Investigación de Opinión Pública de la Universidad del Norte de Florida encontró que Trump podría perder el 10 por ciento de sus partidarios si es declarado culpable.
Otros sondeos realizados a inicios de este año mostraron que muchos votantes, incluidos los republicanos, considerarían que una condena penal descalifica a Trump para regresar a la Casa Blanca.
El líder demócrata del Senado, Dick Durbin (Illinois), expresó que a los votantes “ciertamente les importa” si Trump es un delincuente potencial.
“Por supuesto sería una situación vergonzosa, la primera vez en la historia de Estados Unidos que un presidente es condenado por un delito grave”, subrayó.
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