Los cuerpos de Raisi y dos de sus compañeros llegaron en la mañana al aeropuerto internacional Shahid Kaveh de la ciudad, en la provincia de Jorasán del Sur, con la bienvenida de miembros de la delegación gubernamental, así como de militares y funcionarios del país.
Después de Tabriz, Qom y Teherán, cientos de miles de personas salieron a las calles de Birjand para rendir tributo al líder iraní, en la última parada de las ceremonias fúnebres, antes del entierro en el santuario del Imam Reza en Mashhad.
Según reportes locales, esto coincidió con el inicio de los homenajes al canciller Hossein Amir Abdollahian, en el edificio del Ministerio de Asuntos Exteriores en Teherán, y del imam de la oración del viernes de Tabriz, Mohammad Ali Ale-Hashem.
Millones de iraníes y unos 68 funcionarios de 50 países asistieron al cortejo fúnebre en Teherán, para ofrecer sus condolencias y solidaridad con la República Islámica.
El Emir de Qatar, el líder nacional de Turkmenistán, los presidentes de Túnez y Tayikistán y los primeros ministros de Iraq, Pakistán, Armenia, Azerbaiyán y Siria, entre otros, estuvieron en la ceremonia de despedida en la capital.
Raisi, el canciller Abdollahian y sus compañeros murieron el domingo como consecuencia de un accidente en helicóptero después de participar en la ceremonia de inauguración de la presa conjunta Qiz Qalasi en el río Aras, fronterizo con Azerbaiyán, en presencia del mandatario, Ilham Aliyev.
La aeronave que transportaba al mandatario y su comitiva experimentó un aterrizaje forzoso y las operaciones de búsqueda enfrentaron numerosos obstáculos, incluidas niebla, lluvias intensas y temperaturas que alcanzaron los 15 grados bajo cero.
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