En su cuenta en X, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, criticó la operación castrense contra un campamento de la ONU.
“Presentaremos este nuevo crimen ante los tribunales internacionales para que sus órganos fortalezcan el expediente de pruebas que exige a los responsables de estos crímenes ser convocados por la justicia”, escribió.
En similares términos se pronunció el Parlamento Árabe, tras señalar que Israel viola las leyes, costumbres y resoluciones internacionales que exigen el fin de su ofensiva contra la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto.
El organismo regional exigió en un comunicado una rendición de cuenta por los crímenes contra el pueblo palestino y medidas concretas para finalizar esos ataques.
También rechazó “las posiciones de aquellos países que apoyan la ocupación, liderados por los Estados Unidos”.
Por su parte, Egipto consideró que el bombardeo es una nueva y flagrante violación de las disposiciones del derecho internacional humanitario y del Cuarto Convenio de Ginebra del año 1949 sobre la protección de las personas civiles en tiempo de guerra. El Ministerio de Asuntos Exteriores consideró este trágico suceso como “un intento de seguir atacando a civiles indefensos”.
Israel debe cumplir con sus obligaciones legales como potencia ocupante e implementar las medidas dictadas por la Corte Internacional de Justicia respecto del cese inmediato de las operaciones militares en Rafah, subrayó.
También Kuwait condenó el ataque, al considerar que ejemplifica el genocidio ejecutado contra los palestinos.
Esa política requiere una intervención inmediata y decisiva de la comunidad internacional para obligar a ese país a cumplir con las resoluciones internacionales pertinentes, afirmó.
Las Cancillerías de Jordania y Qatar se sumaron a la ola de críticas por el ataque ocurrido la víspera.
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