El diario Última Hora en un comentario ejemplificó el daño de dichas organizaciones al mencionar casos recientes como el A Ultranza, el cual salpicó a la cooperativa San Cristóbal, la conllevó a perder ocho millones de dólares y al arresto de su presidente, el ahora exdiputado Juan Carlos Ozorio.
“Las filtraciones de estas últimas semanas también han demostrado cómo los grupos criminales operan impunemente gracias a su infiltración al interior de las instituciones públicas de seguridad y cómo se mueven libremente ordenando y ejecutando asesinatos”, acotó el periódico.
De igual manera, el experto en Seguridad Juan Carlos Buitrago advirtió sobre el avance de dichas bandas sobre el territorio, instituciones democráticas y la economía nacional, en detrimento de la estabilidad de cualquier nación.
“Estos grupos pueden desestabilizar la seguridad y el orden públicos, corromper a las instituciones democráticas y socavar la economía legítima. Este tipo de actividad criminal puede resultar en una pérdida de confianza en las instituciones gubernamentales, lo que puede conducir a una disminución en la inversión y el deterioro de las condiciones sociales y económicas”, expresó.
Llamó la atención sobre la capacidad de las narcomafias de utilizar su influencia y recursos para infiltrarse y manipular las estructuras políticas y económicas en beneficio propio, amenazando la integridad de la democracia y el desarrollo sostenible.
“A nivel transnacional, la actividad criminal organizada es un problema grave que genera inestabilidad financiera a gran escala. Esta inestabilidad no solo afecta a las economías de los países involucrados, sino que también puede tener repercusiones globales, extendiendo su impacto más allá de las fronteras nacionales”, advirtió.
Enfatizó en las distorsiones que las operaciones delictivas causan en los mercados, lo cual puede provocar ineficiencia en la asignación de recursos, ralentizar el crecimiento económico y empeorar las condiciones de vida para las personas en las comunidades afectadas.
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