“No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar”, escribió en máximo responsable del organismo en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter.
Por su parte, el alto comisionado de Derechos Humanos, Volker Türk, pidió la rendición de cuentas de los culpables al expresar su horror por una mayor pérdida de vidas civiles en el enclave devastado por la guerra.
«Las imágenes del campo son horribles y no indican ningún cambio aparente en los métodos y medios de guerra utilizados por Israel que ya han provocado tantas muertes de civiles», dijo en un comunicado de prensa divulgado este lunes.
De acuerdo con el alto representante, el ataque del domingo subraya una vez más que literalmente no hay ningún lugar seguro en el enclave.
Lo que está sorprendentemente claro es que atacar una zona así, densamente poblada de civiles, tendría un resultado totalmente predecible, advirtió.
Es crucial, afirmó, que tales revisiones conduzcan a la rendición de cuentas y a cambios en las políticas y prácticas.
El alto comisionado urgió a Israel a tomar medidas inmediatas para proteger a los civiles, garantizar que tengan acceso a asistencia humanitaria esencial y liberar a todos los detenidos arbitrariamente.
En esa misma línea, el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, exigió “una investigación exhaustiva y transparente” sobre el incidente.
“Todas las partes en el conflicto deben abstenerse de acciones que nos alejen aún más de lograr el fin de las hostilidades y pongan en peligro aún más la ya frágil situación sobre el terreno y en la región en general”, agregó.
Los comentarios se producen luego de que varias municiones lanzadas el domingo por las Fuerzas de Defensa israelíes alcanzaran un campamento en la zona de Al Hashash en Rafah.
Como consecuencia varias explosiones y incendios afectaron la zona que albergaba a personas desplazadas del norte de Gaza dejando decenas de víctimas fatales.
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