Por Fausto Triana
En diálogo exclusivo con Prensa Latina, la también primera bailarina deslizó que precisamente los antecedentes del BNC, la figura de Alicia Alonso, las Cuatro Joyas y una estela de éxitos internacionales, suponen desafíos permanentes.
El éxito le ha vuelto a sonreír en la gira por España y Portugal del BNC, justamente en 2024 cuando Viengsay cumple 30 años de carrera, 10 de haber protagonizado Celeste, de la bailarina y coreógrafa colombo-belga Anabelle López Ochoa.
Tendrá su homenaje en La Habana, con una gala muy especial en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, como se hizo en los años 80 con las Cuatro Joyas (Josefina Méndez, Loipa Araujo, Mirta Plá y Aurora Bosch), le recordó el profesor y jefe de prensa del BNC, Ahmed Piñeiro Fernández.
“Felices casi finalizando la gira por España y Portugal, de cerca de dos meses, con éxito rotundo en cada ciudad y teatro, a lleno completo, con muchas ovaciones y bravos, de un público que nos sitúa a España en la melancolía y agrado por su receptividad”, confesó la directora del BNC.
Nos acoge, nos quiere, pendiente de nuestras actuaciones y para un artista, este es el mejor reconocimiento, acotó.
A una pregunta de Prensa Latina sobre la experiencia en 2023, cuando en verdad la vida cultural volvió a la normalidad en España tras la pandemia, señaló que hicieron cosas diferentes.
“Fuimos un poco atrevidos mostrando otra parte del repertorio del BNC, propuestas audaces dentro de la propia versatilidad de la compañía, los nuevos aires juveniles, sin descuidar los clásicos que siempre nos piden, como Giselle, Don Quijote, El lago de los cisnes”, comentó
Viengsay resaltó los neoclásicos adaptados al BNC, que para una parte del público español fue una sorpresa, bien recibida, como la 7ma sinfonía de Beethoven con un ballet de Uwe Scholz; Tres preludios, de Ben Stevenson y Concerto de SCH.
Además, Majísimo, del coreógrafo cubano Jorge García estrenado en 1965, otra carta de éxito.
Explicó que en 2024 el BNC se concentró más en Don Quijote y Giselle, con un recibimiento excepcional en Sevilla, Toledo, Santander y, de modo muy especial en Lisboa, Portugal, donde no actuaban desde hacía 25 años.
“Nos hemos mantenido respetando los clásicos porque son parte de nuestro sello de identidad, pero la versatilidad de nuestros bailarines, la propia impronta que nos legó Alicia, los estudios teatrales y dramatúrgicos, nos permiten ampliar los horizontes a partir de la fuerza que nos da la Escuela Cubana de Ballet”, apuntó.
Ante otra inquietud de Prensa Latina, Viengsay consideró que la compañía sigue fiel a los principios danzarios “que nos inculcó Fernando Alonso, genuinos en nuestros perfiles, pero en una dinámica que busca espacios, rescatando todo lo válido y al mismo tiempo incursionando en lo neoclásico y las tendencias actuales”.
En lo que resta del año, anotó que el BNC tiene proyectos muy ilusionantes, como el estreno mundial de Lucile, de Johan Kobborg, bailarín y coreógrafo danés, un ballet inspirado en la legendaria bailarina danesa Lucile Grahnde.
“Gracias al apoyo del grupo que llamamos British Friends, que siempre busca la posibilidad de que hagamos un estreno mundial, ahora en la temporada de julio en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional.
Luego, una gira por Costa Rica, más toda la preparación que conlleva el Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, en su edición número 28, precisó.
Del horizonte más lejano, dijo a Prensa Latina que en 2025 el BNC espera volver a Europa, tal vez a Francia e Italia, “aunque nunca descartamos a España”.
El baile es intrínseco en los cubanos, que con una gran formación pedagógica, una tradición nacida desde la fundación del BNC en 1948, logra una expresividad que nos identifica y de ahí la diversidad de compañías y grupos que nos representan en el mundo, concluyó.
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