En una rueda de prensa conjunta, el mandatario anfitrión prometió que al menos uno de esos aparatos de cuarta generación llegue a Ucrania antes de que termine el año, en un paso que se suma a la escalada de tensiones en Europa.
Según de Croo, el pacto relacionado con los F-16 incluye el mantenimiento de los aviones, uniéndose Bélgica a Dinamarca, Países Bajos y Noruega en la llamada coalición para suministrar estos cazas estadounidenses a Ucrania.
Kiev reclama aeronaves occidentales para enfrentar a Rusia en el conflicto que estalló en febrero del 2022.
El primer ministro belga anunció además ayuda militar en sectores como el marítimo, el desminado, la artillería y los vehículos blindados, con alrededor de mil millones de euros previstos a desembolsar en 2024 como parte del acuerdo, el cual Zelensky agradeció.
El presidente ucraniano consideró que su país necesita más apoyo bélico, el que definió como una manera de acercarse más a la paz, mientras Moscú estima que el envío de armas a su vecino solo aleja el fin de la guerra.
Zelensky reiteró las intenciones de Ucrania de ingresar en la Unión Europea (UE) y la OTAN, una demanda que genera división en occidente por lo que representaría ese paso para la estabilidad y la paz regionales.
Rusia esgrime que Kiev actúa como una punta de lanza en los objetivos de la OTAN, liderada por Estados Unidos, de estrechar el cerco sobre sus fronteras, una de las razones que argumentó para iniciar su operación militar especial, a la que Ucrania y occidente califican de agresión.
En Europa diversas voces llaman a buscar una salida negociada del conflicto antes de que escale a una confrontación de imprevisibles consecuencias, un tema a debate de cara a las elecciones europeas de junio.
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