Respaldaron así un documento de posición conjunto sobre la RAM en el sector de la salud humana en un evento celebrado al margen de la 77 Asamblea Mundial de la Salud que se desarrolla en Ginebra, Suiza.
Iniciado por el Gobierno de Japón y respaldado por un total de 25 países de estas regiones el texto expresa la determinación de los líderes de acelerar las medidas contra la RAM durante los próximos cinco años.
Para fomentar la colaboración y la asociación con el resto del mundo, el documento se llevará a la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Resistencia a los Antimicrobianos en Nueva York en septiembre de 2024.
El mal uso y el empleo excesivo de antimicrobianos –especialmente antibióticos– en humanos, animales y plantas están impulsando el aumento de infecciones resistentes a los medicamentos.
Esto hace que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar y que los procedimientos y tratamientos médicos, como la cirugía y la quimioterapia, sean mucho más riesgosos.
Otros factores que contribuyen a la aparición y propagación de infecciones resistentes a los medicamentos incluyen la falta de agua potable, saneamiento e higiene y una prevención y control inadecuados de las infecciones.
Estos promueven la propagación de microbios resistentes al tratamiento en los centros de salud y las comunidades.
La resistencia a los antimicrobianos es una amenaza creciente para la salud y el desarrollo a nivel mundial y para los países y zonas de las regiones de Asia Sudoriental y Pacífico Occidental de la OMS, donde vive casi la mitad de la población mundial.
En 2019, la RAM fue la causa de unas 700 mil muertes en las dos regiones, lo que representa más de la mitad de las muertes mundiales por esta causa.
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