Los pronósticos más conservadores señalan que al menos siete de cada 10 farmacias a nivel nacional no abrirán sus puertas, tras el llamado al paro hace unos días de los dos principales sindicatos del sector, la USPO y la FSPF.
Según diversas fuentes, la cifra de medicamentos en ruptura (falta) supera los cinco mil, generando quejas entre los vendedores y sobre todo malestar en la población.
Otra demanda de los farmacéuticos es la revalorización del margen de ganancia, ya que la tasa de comisión de alrededor de un euro por caja fue fijada hace varios años.
El gremio aboga por la posibilidad de remunerar mejor el trabajo de sus integrantes, sin que exista voluntad –alega- de afectar a las personas.
También denuncia una competencia desleal por el auge de sitios de venta en línea de medicamentos.
La última huelga de esta magnitud en Francia en el sector data de 2014.
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