Aunque José Martí muere en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, apenas 38 días después de arribar junto al cubano-dominicano Máximo Gómez a playita de Cajobabo, no pudo ser mejor la fecha escogida para recordarle, al celebrarse este 1 de junio el Día Internacional de la Infancia.
Durante su breve pero fecunda existencia, Martí exteriorizó el gran amor que sintió por los niños, a quienes regaló su obra La Edad de Oro y apreció en ellos el porvenir de la humanidad.
Con capacidad para unas 50 personas, esta noche se dieron cita en la acogedora sala teatro La Gruta – un hermoso proyecto concebido por el cubano Husmell Díaz-, miembros de la campaña dominicana de solidaridad con Cuba, de la Asociación Máximo Gómez de cubanos residentes, funcionarios de la misión estatal de esa nación junto a sus familiares, e invitados especiales.
Los niños de la Misión cubana Eduardo y Lazarito y los adolescentes David y Daniel Alejandro recitaron “Mi bandera”, y varios poemas recogidos en el libro Versos Sencillos, todos escritos por José Martí y que estudiosos coinciden en afirmar comprenden momentos esenciales de su vida.
En la ocasión, el historiador e investigador cubano Eliades Acosta sostuvo que hablar de José Martí, de quien destacó sus elevados valores humanos, “siempre pone alegría en el corazón de los hombres de buena voluntad”.
Acosta se refirió al desembarco de Gómez y Martí el 11 de abril de 1895 en Playita de Cajobabo, en la costa sur de la actual provincia de Guantánamo, procedente de República Dominicana.
Rememoró que ese momento de regreso a la patria lo reflejó en su diario quien decidió con los pobres de la tierra su suerte echar.
De su lado, el profesor dominicano Luis de León, coordinador de la Cátedra extracurricular José Martí de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, destacó la grandeza del político antimperialista, sus valores y principios.
De León expresó que el Apóstol “está en todos los niños del mundo, en los que mueren a diario en la Franja de Gaza por el genocidio de Israel, y en aquellos cuyas familias luchan por la independencia”.
Comentó que en la Cátedra que dirige trabajan con dos textos esenciales de José Martí, La Edad de Oro y Nuestra América, y dijo que muchos jóvenes, ya graduados, “reconocen que aprendieron a leer con las obras de ese hombre excepcional”.
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