Una antropóloga, dos sociólogos y una economista firman la investigación titulada “La gran caída: la fecundidad más baja de Uruguay (2016-2021)”, publicado en la revista Demographic Research.
En el lustro 2016-2021 se produjo “una disminución particularmente pronunciada desde los niveles de fecundidad bajos a los más bajos” nunca antes registrados en el país.
Al terminar 2021, y sin que la pandemia implicara un cambio importante en la tendencia de la caída, la tasa de fecundidad se desplomó del 1,9 de 2015 a un extremadamente bajo 1,37 hijos por mujer, consigna el reporte.
En 2022 la tasa cayó aún más, a 1,28. Y en 2023 habría recaído otro tanto, en el entorno de 1,25, apunta la investigación.
“Cuando en 2016 comenzó a verse una caída acelerada, en un momento nos preguntábamos si íbamos a llegar a bajar a tasas de 1,5 hijos por mujer».
Pero no sólo alcanzó un descenso hasta una fecundidad de 1,5, sino que siguió cayendo y cayendo, apuntó Gabriela Pedetti, experta de la Udelar.
Pero si bien la evolución de la fecundidad en Uruguay tuvo una disminución extraordinaria, la fecundidad adolescente y temprana representó más de la mitad de la reducción total, lo cual puede ser una buena noticia.
“Si la fecundidad adolescente, que era desproporcionadamente alta, caía, la tasa de fecundidad iba a bajar a niveles todavía más bajos.
Y eso fue efectivamente lo que comenzó a pasar desde 2016 en adelante”, argumentó el especialista Ignacio Pardo.
“En las estimaciones que hicimos para este trabajo, un poco más del 50 por ciento de esta caída son nacimientos en madres jóvenes de entre 15 y 24 años”, sostuvo a su vez Pedetti, quien aseguró que ello tiene que ver con el efecto de políticas públicas.
Resulta una arista de un problema demográfico para el país. La natalidad, mortalidad y migración influyen en el decrecimiento poblacional, corroborado en el censo realizado en 2023.
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