Aun así, las muertes violentas por motivos de género ponen en jaque a las autoridades que enfrentan, en el orden social, uno de sus principales retos.
La institución informó que avanza en la implementación del plan estratégico denominado “Por una vida libre de violencia para las mujeres”, creado mediante decreto presidencial, igual que el Gabinete de las Mujeres y las Niñas, que busca erradicar la brutalidad contra las féminas de todas las edades.
Precisó que el programa contempla seis ejes de acción, orientados a la prevención, atención, sanción y persecución, coordinación y gobernanza, reparación integral y marcos normativos.
De acuerdo con la entidad encargada de la promoción de políticas públicas a favor de la mujer, también se ejecutan acciones de sensibilización, capacitación, difusión de servicios y articulación territorial, con las que se ha logrado impactar al 31 por ciento de la población en los últimos tres años, publicó este miércoles Listín Diario.
Al mismo tiempo, se elevan a 16 las casas de acogida o refugio para las féminas en todas las regiones del país, incluyendo un centro nacional y una casa especializada para la atención a niñas víctimas de agresión sexual y trata.
Con el objetivo de erradicar la violencia y reducir las cifras de feminicidios, el Ministerio de la Mujer brinda asistencia legal y psicológica y cuenta con la línea de emergencia *212, disponible 24 horas, y con grupos de apoyo para la atención a sobrevivientes y a dominicanas residentes en el exterior.
Para comprender por qué tantas féminas son asesinadas en este país hay que analizar, más que los hechos en sí, las causas de un fenómeno preocupante para la sociedad, el Gobierno y organizaciones defensoras de la igualdad de género.
A las brechas en los salarios, la segmentación ocupacional en actividades peor pagadas, vidas laborales cortas y mayor desempleo, se agrega que muchos hombres no ven como iguales a las mujeres, y, por consiguiente, abusan también de ellas en el hogar.
En el país, según estudiosos del tema, existe un arraigado machismo, sustentado en la creencia de la superioridad masculina.
Especialistas coinciden en señalar que los roles de género tradicionales se mantienen y asignan a ellas un papel de dependencia. Sostienen, al mismo tiempo, que es preciso fortalecer el sistema de justicia y que el Estado destine más recursos para prevenir y abordar los actos de fuerza.
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