La legislación, conocida como «anti-esquirol», también establece una multa de hasta 100 mil dólares por día para los empleadores que sustituyan a los obreros en paro.
Este proyecto fue un elemento clave del pacto político de los liberales con los nuevos demócratas y fue aprobada por la Cámara de los Comunes con apoyo unánime.
Los líderes sindicales elogiaron los cambios como una victoria para la protección de los trabajadores y el poder de negociación.
Sin embargo, la Cámara de Comercio de Canadá advierte que las pequeñas empresas y las familias que dependen de servicios esenciales proporcionados por sectores regulados por el gobierno federal podrían sufrir las consecuencias.
Se estima que las nuevas reglas entrarán en vigor dentro de un año.
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