Con la decisión, aprobada de forma unánime, el consejero del Tribunal de Cuentas de Río de Janeiro Domingos Brazão, su hermano, el diputado federal Chiquinho Brazão, el exjefe de la Policía Civil de ese estado Rivaldo Barbosa y otros dos asumen culpabilidad y responderán a una acción penal por el sonado hecho de sangre.
El ministro Alexandre de Moraes, relator del caso en el Supremo Tribunal Federal (STF), argumentó que la imputación trajo fuertes elementos del vínculo entre los intereses de la organización criminal y los homicidios, y defendió la competencia de la corte para juzgar el caso.
De Moraes fue seguido por los ministros Flavio Dino, Cristiano Zanin, Luiz Fux y Carmen Lucía.
En el juicio, el STF obedeció la denuncia de la Procuraduría General de la República (PGR) y el proceso entrará en la fase de instrucción, involucrando la recolección de pruebas, testimonios de testigos e interrogatorios a los reos.
Durante su manifestación, el representante de la PGR, subprocurador-general Luiz Augusto Santos Lima, afirmó que la investigación reveló una peligrosa relación dinámica existente entre milicias y candidatos a cargos electivos en el municipio de Río.
«El peculiar modo de actuación de las milicias fluminenses, con ocupación territorial permanente, favorece el modelo de negocios inmobiliarios de los hermanos Brazão […] En los territorios controlados por milicianos, solo los candidatos apoyados por ellos están autorizados a ejercer actos de campaña electoral», alegó.
Después de estas etapas, las defensas de los acusados y la PGR presentarán sus alegatos finales, preparando el terreno para el juicio final, en el cual los acusados podrán ser absueltos o condenados, con la definición de las penas aplicables.
Trece disparos de una subametralladora HK MP5, de alta precisión y utilizada solo por fuerzas policiales de élite, alcanzaron el vehículo en que se trasladaban Franco y Gomes el 14 de marzo de 2018 en Río.
La concejala regresaba a su casa tras participar en un debate con jóvenes negras, cuando su auto fue baleado: ella recibió disparos en la cabeza y el conductor en la espalda.
El motivo del homicidio aún no está claro, pero en la investigación, la Policía Federal señala las divergencias políticas entre el clan Brazão y Franco, y también su actuación contra el acaparamiento de tierras en áreas de milicia en la zona oeste de Río.
Tal caso tuvo repercusión internacional y convirtió a la socióloga y feminista en un símbolo de la lucha por una mayor participación de las mujeres negras en los espacios de poder en el gigante sudamericano.
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