La cita, marcada tras el encuentro de cancilleres de la CAO-SADC realizada el pasado 17 de marzo, intenta concretar los acuerdos de la primera reunión de los bloques regionales, en particular el referido a un alto el fuego.
Desde que el 8 de febrero los países miembros decidieron fusionar los procesos de Luanda y Nairobi para la paz en RDC, se designaron facilitadores adicionales y se realizaron reuniones de jefes de Estado Mayor y ministros de Defensa para orientar técnicamente el cese del fuego y de las hostilidades inmediato e incondicional.
También se efectuó la reunión ministerial, que adoptó una hoja de ruta con medidas para implementar las resoluciones en el plazo inmediato, mediano y largo para resolver el conflicto, una propuesta que se presentará en la cumbre del 27 de marzo para su adopción o aprobación.
Destaca en el proyecto el establecimiento de un plazo de 30 días para la implementación de las medidas inmediatas, entre las que se incluye el diálogo directo entre las partes en el conflicto a nivel militar, para comprometerlas con un alto el fuego incondicional.
Se pretende, además, el cese de las hostilidades y de toda expansión en el territorio de RDC, para permitir la libertad de movimiento de las agencias humanitarias; así como igualmente se dispone la apertura de los aeropuertos Goma y Kavumu, entre otros aspectos.
Hasta ahora, sobre el terreno nunca ha habido un verdadero alto el fuego. Actualmente hay compromisos realizados por los presidentes de la RDC, Félix Tshisekedi, y de Ruanda, Paul Kagame, que el pasado 18 de marzo se reunieron en Qatar. También el grupo armado Movimiento 23 de Marzo (M23) anunció la víspera que se retiraría de Walikale, como muestra de su voluntad de mantener un alto el fuego que unilateralmente lanzaron el 22 de febrero, aunque en realidad nunca detuvieron su ofensiva y en este periodo de tiempo han ocupado nuevos territorios.
Tampoco han sido muy exitosas las iniciativas de diálogo, pues si bien se logró un encuentro entre Kinshasa y Kigali, el mismo día que eso acontecía en Doha se frustraba una reunión directa entre el Gobierno de RDC y el M23 en Luanda.
“La CAO y la SADC están firmemente comprometidas a implementar las resoluciones de nuestra cumbre conjunta celebrada el mes pasado en Dar es Salaam”, dijo el presidente kenyano, William Ruto, quien está al frente de la CAO, y añadió que la prioridad es responder a la crisis y garantizar paz duradera.
Convertir las resoluciones en hechos será el verdadero reto, en un escenario en que muchos tienen más esperanzas en las mediaciones fuera del continente, las sanciones económicas y los probables acuerdos sobre minerales de RDC con Estados Unidos, que en lo que puedan lograr las naciones africanas.
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