González estuvo este miércoles en ese territorio para una entrevista con la emisora local Radio Chachi y allí, además de presentar sus propuestas para el desarrollo del país, expresó su apoyo a los esmeraldeños ante el impacto de la tragedia.
A casi dos semanas del vertido de más de 25 mil barriles de petróleo, a causado por la rotura de un tramo del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), Noboa no ha ido al lugar del incidente, cuestionó la candidata.
En su opinión, un gobernante tiene que estar junto a su gente en los momentos difíciles y dar las soluciones que requiere la población.
A su vez, rechazó el reciente anuncio del mandatario que, a poco de iniciar la campaña electoral, ofreció la entrega de un salario básico a los afectados por el derrame, en vez de hacer una planificación estratégica a largo plazo de cómo ayudar a Esmeraldas.
“No podemos seguir creyendo en quien toma una decisión rápidamente para salir del paso, porque hay una campaña. ¿Dónde está el análisis de que lo que requiere Esmeraldas es solo un salario básico por un mes? ¿Y qué pasa después de ese mes, ya no comen, después ya no necesitan agua potable, después no necesitan empleo?”, cuestionó.
También alertó sobre el riesgo de que la calificación del derrame como “sabotaje” impida la activación de seguros de cobertura ambiental.
«El Presidente de la República ha fracasado en la gestión de esta crisis”, aseveró.
Como presidenta de la RC, anunció que pidió a los legisladores de ese movimiento aprobar de manera urgente el proyecto de ley sobre la distribución de la renta petrolera para que tres provincias que tienen actividades de refinamiento reciban un dólar por cada barril procesado.
Justamente, este miércoles, la Asamblea Nacional (Parlamento) sesionará desde la capital de Esmeraldas para tratar esa propuesta.
El derrame ocurrido el pasado 13 de marzo, del cual la víspera se conocieron cifras exactas de la cantidad vertida, es considerado el más grave ocurrido en Ecuador en casi 30 años.
La tragedia se complicó anoche por la rotura de uno de los diques colocados para contener el crudo en el río Caple.
La crisis ambiental dejó al menos 500 mil personas sin acceso a agua potable durante casi 12 días, hubo daños en los ríos y en la salud de los pobladores, en la economía local, así como afectaciones para la flora y la fauna, incluido un refugio natural de vida silvestre con más de 250 especies.
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