Tras años de guerra de liberación con epopeyas como la Larga Marcha, el PCCh obtuvo la victoria frente a las fuerzas del Kuomintang, que huyeron hacia la isla de Taiwán en 1949.
Centrada en los campesinos, la Revolución comunista en el gigante asiático tuvo diferencias respecto a su vecino de la Unión Soviética y experimentó procesos políticos, económicos y socio-culturales diversos.
Con la política de Reforma y Apertura a partir de 1978, la República Popular China bajo el liderazgo de Deng Xiaoping entró en un momento de cambio que apuntalaría el milagro económico de esta nación hasta convertirla en la segunda potencia del orbe.
El gigante asiático se convirtió además en una de las voces más representativas del Sur Global y uno de los principales críticos de la hegemonía y el unilateralismo de Estados Unidos.
A propósito del Día Nacional, el presidente Xi Jinping aseguró que el PCCh unió a todas las etnias del país para alcanzar dos grandes hitos: el rápido desarrollo económico y la estabilidad social a largo plazo.
El mandatario resaltó que el principal objetivo del país en la nueva era es avanzar en la construcción de una nación fuerte y en el rejuvenecimiento nacional a través de la modernización al estilo chino.
Asimismo, insistió en la necesidad de profundizar las reformas, promover la apertura y centrarse en un desarrollo de alta calidad.
«Mantendremos en alto la bandera de la paz, el desarrollo y la cooperación, y trabajaremos por el progreso común de la humanidad», agregó.
En cuanto a las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, Xi reafirmó el principio de «un país, dos sistemas» y sobre Taiwán recalcó que es «territorio sagrado de China» y que la reunificación completa del país es inevitable.
Al referirse a la situación global, Xi Jinping abogó por un mundo multipolar y equitativo, defendió los valores comunes de la humanidad y subrayó el compromiso de Beijing con la paz y la seguridad internacionales.
A propósito de la efeméride se celebra también la Semana Dorada, una iniciativa del Gobierno para ampliar los feriados, ayudar así a expandir el mercado de turismo interno y concederles más tiempo a las personas para las visitas familiares distantes.
Desde este 1 de octubre los chinos disfrutan vacaciones de siete días y las autoridades esperan desplazamientos de hasta 1.94 mil millones de personas durante este período.
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