Un tribunal de Nueva York acaba de anunciar que su juicio en el caso de pago por silencio a una actriz de cine para adultos comenzará el 25 de marzo, lo que marcaría el primer momento en que el exmandatario enfrentaría la posibilidad real de ser juzgado en un proceso penal.
Trump, quien asistió a la audiencia en la que se fijó el calendario, reiteró a los periodistas su presunción de inocencia y que no cometió crimen alguno.
El juez Juan Merchán informó este jueves que todo sigue adelante en el caso presentado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, centrado en la forma en que compró el silencio de Stormy Daniels durante su campaña de 2016.
Merchán denegó la moción del expresidente para desestimar el caso interpuesto en su contra y en su lugar anunció que la selección del jurado en el juicio comenzará el 25 de marzo.
Tal vez, para esa fecha, Trump tendría una importante suma de delegados de los mil 215 que necesita en la Convención Nacional del Partido Republicano que se celebrará del 15 al 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin, para lograr la candidatura presidencial.
Al exgobernante tiene este jueves otra audiencia clave: en Georgia la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, testificará en respuesta a las acusaciones que él y uno de sus coacusados hicieron contra ella y el fiscal especial en el caso de interferencia electoral.
El coacusado es el exasistente de campaña y Casa Blanca de Trump, Michael Roman, quien está representado por la abogada Ashleigh Merchant.
Willis admitió que tiene una relación personal con el fiscal Nathan Wade, pero insiste en que no se produjo ninguna irregularidad.
La audiencia en Georgia podría tener implicaciones importantes para Trump después de que el juez que supervisa el caso dijera el lunes que es «posible» que Willis pueda ser descalificada para llevar el caso.
Willis hizo una amplia investigación que derivó en el primer fichaje criminal que se hiciera en la historia de Estados Unidos a un expresidente. Junto a Trump fueron acusadas otras 18 personas en una trama para anular los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia.
La acusación detalló docenas de actos de Trump y sus aliados para deshacer su derrota en el disputado estado y los cargos se relacionan con la forma en que instigaron maniobras para mantenerse en el poder.
Los imputados se negaron a aceptar que Trump perdió, y a sabiendas y voluntariamente se unieron a la conspiración para cambiar de manera ilegal los cómputos de las elecciones a favor del magnate.
La eventual descalificación a Willis por este asunto “de amoríos”, le daría, sin dudas, una victoria a Trump, que busca anular el caso en su contra.
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